Estamos llegando al final de un año, en el que seguramente, te pasaron cosas buenas y no tanto .El mes de diciembre, se convierte en un mes en el que finalizan y comienzan etapas. Mes en el que en todos los rincones del mundo habrá personas reunidas alrededor de una mesa.
Dos fechas se celebran (por así decirlo) en este mes tan emblemático. El nacimiento del niño Jesús y la llegada del nuevo año, con todas las expectativas que esto implica.
Las fiestas, como llamamos a estos eventos, suelen convertirse en una excusa para cometer excesos. Esto, sumado, a que como copiamos la forma de comer de otros países, hace que consumamos alimentos muy calóricos apropiados para climas diferentes al nuestro.
Una copa de sidra y un poco de turrón no hacen daño a nadie (eso decimos). Sin embargo, durante los días de Navidad se suceden los encuentros y celebraciones en torno a una mesa, un buen momento para recordar que el exceso en la comida y la ingesta de alcohol pueden provocar numerosas enfermedades digestivas.
Además de las consecuencias a mediano y largo plazo( aumento de peso, elevación de colesterol, azucares),, existe la posibilidad de sufrir consecuencias, a veces graves, derivadas de estos excesos.
El consumo de alimento en grandes cantidades, y más si estos son pesados y ricos en grasas, azúcares, ácido úrico (como cordero, pavo, cerdo, patés, dulces, turrones, mariscos).
Además del abuso en la comida, también el exceso de alcohol puede traer consecuencias negativas, en ocasiones mucho más graves. Entre ellas se encuentran la esofagitis aguda por reflujo, la gastritis aguda, la gastritis hemorrágica (también llamada lesiones agudas de la mucosa gástrica), la pancreatitis aguda y la hepatitis alcohólica.
No nos damos cuenta pero a veces los festejos tienen consecuencias que no esperamos, y perjudicamos nuestra máquina que fue creada perfecta, introduciéndole, cantidad y calidad inadecuadas.
Es lindo reunirse con la familia, claro que si, es parte importante de nuestra vida, pero no olvidemos comer para vivir más y mejor, esa tiene que ser nuestra meta en este fin de año.
Algunos cambios que deberíamos realizar en nuestras reuniones familiares es con relación a las mezclas por ejemplo la ensalada de fruta o clericó, en donde incorporamos por lo menos 5 a 6 frutas distintas y si además le agregamos alcohol esto es una bomba de tiempo o para nuestro estómago porque produce distenciones abdominales, fermentaciones, en síntesis problemas gastrointestinales y como no es la ensalada de frutas lo único que comemos sino que anteriormente ya comimos otras cosas; carne con mandioca, pavo(con mucho contenido graso) algunos eligen comer pastas, canelones, lasañas; todas comidas que en horario nocturno no debería consumirse por lo calórico y por dificultar la digestión, entonces surge la pregunta que comer en las fiestas de fin de año?
Consejos para tu mesa:
Ensaladas verdes, crudas siempre. Porque estas preparan la digestión, son muy digestivas
No tomar líquido con las comidas. Esto provoca trastornos digestivos, se aconseja hacerlo 40 minutos después o antes de las comidas.
Recordar que las carnes tienen una digestión de 4 horas, incluyendo el pollo. No acostarse inmediatamente despu+es de cenar.
Evitar las mesclas de salados y dulces. Genera fermentaciones y pesadez estomacal y en algunos casos diarreas.
Las nueces, almendras son alimentos para otros climas, no abusar de ellos.
Los turrones tienen alto contenido de azucares, no consumir en exceso.
Que lo negativo hasta aquí pueda modificarse y lo positivo mantenerse. Que una de tus metas en este 2015 sea cuidar todo lo que entra por la boca, por los ojos y en la mente. Es decir cuidar tu cuerpo, tu mente y alma, para así, tener una mejor calidad de vida, vos y tu familia.
Lic. Julia Plaza
Nutricionista
Sanatorio Adventista